Actualizar y Reiniciar el concepto de Educación
- José María Pérez Delgado
- 1 jun 2018
- 4 Min. de lectura
Ideas principales del video:
La escuela debe ser un lugar donde se enseña a pensar, sino no es una escuela.
Los seres humanos no aprendemos ni por memoria ni por repetición. Aprendemos cuando hacemos y cuando en el proceso están implicadas las emociones
Los jóvenes se aburren en las aulas porque les enseñamos igual que hace 200 años.
La necesidad de reformular el rol docente, que pase de ser un mero proveedor de información a un mediador, constructor y facilitador de ambientes de aprendizaje, quedando desplazado del centro del proceso y pasando esta situación al estudiante.
La tecnología debe ser nuestra aliada y entrar en las aulas, no luchar contra ella.
Promover la comunicación y lograr la interacción entre docentes y alumnado: Pertenecientes a dos generaciones diferentes pero que como es sabido por todos para que se de la educación debe haber un proceso óptimo de comunicación.
Factor clave para el cambio la formación y capacitación del docente: Los cambios necesarios no ocurren por arte de magia, sino que requerirán de un proceso de capacitación docente para que ocurran los cambios necesarios.
Reflexión personal:
En mi opinión, la temática del video es de máxima actualidad, ya que nos encontramos actualmente ante la necesidad de conseguir un cambio de paradigma educativo, desde un modelo tradicional a un modelo nuevo, que debe caracterizarse por varias cuestiones:
En primer lugar, manifiesto estar muy de acuerdo con que la escuela debe ser un lugar donde se enseñe a pensar. Para mi, este concepto manifiesta claramente la necesidad de educar hombres libres y con capacidad crítica de construir y crearse a si mismo a partir de la puesta en práctica de los conocimientos, habilidades y destrezas aprendidos en esta. Y debe ser esta una de las cuestiones que justifique la aplicación de un cambio en los procesos y formas de enseñanza-aprendizaje, hacia metodologías más activas.
El educador debe tener un rol más diferente, haciendo que el alumnado sea el verdadero protagonista del proceso de aprendizaje, probablemente cerca de los planteamientos de la educación liberadora que propusiera Paulo Freire y transformando la relación comunicativa entre educador y educando de un monólogo a un diálogo, que además debe de ir unido a las circunstancias existenciales de quienes dialogan (Freire, 1997).
Si bien, aunque me manifiesto totalmente de acuerdo con que la relación educando y educador debe pasar a un nuevo estado, me gustaría aclarar el mismo. En mi opinión, el educador debe pasar a ser más que la fuente de sabiduría y conocimiento que ha sido durante gran parte de los últimos 200 años, a ser un guía del proceso de aprendizaje. El conocimiento y el saber no están sólo en el libro o en la mente del educador, el conocimiento está en todas partes y más hoy día, con el amplio desarrollo de tecnologías de la información y comunicación. Por ello, pienso que debe asumirse como educador, que ya no somos el único interlocutor con el educando. Por todo esto, pienso que el educador debe tener un rol más pasivo, pasando a ser verdadero protagonista el educando en su proceso de aprendizaje. El educador deberá ser quien acompañe y guíe el proceso de aprendizaje.
Otra reflexión que surge del análisis es que el docente debe hacer de la tecnología (y no solo de esta) un aliado, de nada sirve tratar de obviar o luchar contra lo que hay fuera del aula. Y es que en mi opinión debe introducirse dentro del aula todo aquello que pueda transformarse en educativo y precisamente debemos tener la responsabilidad de enseñar a hacer un uso apropiado de todo aquello que hay fuera de nuestras aulas. Con ello implicaría la necesidad de introducir tanto elementos digitales (los celulares, tablets, …) así como problemas y situaciones que ocurren en la sociedad y que no debemos obviar. Debemos de ayudar a crear ciudadanos para el mundo, no ajenos a este. Por ello, creo firmemente en las bondades de la inserción de todos los dispositivos, siempre de forma bien pensada y con fines pedagógicos y didácticos y no como un mero objeto de entretenimiento. Además de ello, creo que deben establecerse programas educativos que permitan en la práctica escolar cotidiana el desarrollo de proyectos cooperativos que favorezcan el desarrollo de la sociedad, con estrategias como el aprendizaje servicio que posibiliten no solo un movimiento de la realidad social al aula, sino también al revés, y permitan al alumnado actuar como ciudadanos (Batlle, 2013). Esta práctica escolar de profesores y alumnos en proyectos comunes puede engendrar el aprendizaje de un método de solución de conflictos y ser una referencia para la vida futura de los jóvenes (Delors et al. 1996).
Me gustaría aclarar que cuando hablamos de la necesidad de un cambio de rol docente, no creo que sea prudente demonizar todas las prácticas y metodologías tradicionales, ya que está demostrado que para la adquisición de ciertos conocimientos siguen siendo útiles. Si bien es verdad, que, para la adquisición de ciertas competencias demandadas para el futuro, se hace necesario realizar experiencias como el aprendizaje cooperativo, aprendizaje basado en proyectos, o el visual thinking, estas deben ser empleadas para fomentar el trabajo en equipo, el aprendizaje por investigación, la resolución de conflictos y problemas y consiguen transformar el proceso educativo tradicional de “aprender de uno a otro a aprender con otros” (Plaza, 2018).
Referencias Bibliográficas
Freire, P. (1997). Pedagogía de la autonomía. Sao Paulo: Paz e Terra, 2004
Plaza, F. (2018). El docente debe reinventarse. Asociación Educación Abierta. Recuperado de: http://educacionabierta.org/el-docente-debe-reinventarse/
Batlle, R. (2013). El aprendizaje-servicio en España: el contagio de una revolución pedagógica en España. España: PPC
Delors, J. et al. (1996). La educación encierra un tesoro. Madrid: Santillana. Ediciones UNESCO.
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